sábado, 31 de enero de 2009

POSTURAS E IMPOSTURAS DE LA VIDA VIRTUAL

Desde siempre las fantasías y los sueños del ser humano de poder llegar a ser otro , estaban prometidos por las religiones pero en el otro mundo, en otra vida..., eso se ha acabado. Hoy en día esta posibilidad está al alcance de nuestros dedos, basta con teclear en el ordenador para crear una realidad virtual donde ser lo que no podemos ser en nuestra vida cotidiana. Mantenerse tal y como somos , en ocasiones resulta insatisfactorio y puede que socialmente incorrecto cuando la tecnociencia nos ofrece tal abanico de posibilidades. El individuo como uno e indivisible ha muerto, ¡vivan las posibilidades de ser otros!
La posibilidad de interactuar en la fantasía está venciendo a la realidad de la vida cotidiana y quizás paliando el malestar de la cultura y de la sociedad
La comunidad on line, la realidad virtual y las redes sociales han disuelto la identidad. Se puede confeccionar cualquier identidad o rol, sólo basta con difuminar las características personales y psicológicas, incluso no tiene por qué ser humana la identidad bajo la que aparezcamos. La realidad virtual en la comunidad on line ofrece un amplio margen para que el sujeto exprese cualquier aspecto del yo posible. La posibilidades parecen infinitas, no existe un más allá de sus relaciones.
Lo que nos dan las pantallas hoy en día es la posibilidad de cerrar las distancias, lo mismo que cualquier otro vehículo, y del uso que le demos a dicho vehículo dependerá lo que de él obtengamos.La pantalla nos da la posibilidad de responder casi cualquier pregunta, de hablar con casi quien quiera, de encontrar con quien hablar de ello y de hacerlo como un anónimo. Nos da también la posibilidad de hasta gobernar la caja tonta (esto si que parece un avance !!! , incluso un alivio ) , eligiendo lo que quiero ver, conocer y quien quiero que me lo cuente. Si os fijais la inmensa mayoría de ello tiene un componente social y es ahí donde está el avance, y también donde esta el gancho.

En un mundo como este donde la amistad se ha devaluado, y la palabra amigo se usa tan a la ligera, la posibilidad de ser un “amigo anónimo” nos hace un flaco favor pero también nos da la posibilidad de llegar a conocer a infinidad de gente que antes no podríamos conocer.
La reflexión aparece cuando si te preguntas: ¿Son amigos de verdad, o todo esto es de mentira?
Parece más un paso intermedio... ¿Qué es un amigo? .Si tan sólo es alguien con quien hablar ya está todo dicho, pero si es alguien de quien depender… ahí la cosa cambia. Una amistad es mucho más que una interacción prolongada, implica dar y recibir algo más que palabras, que (por virtud o desgracia) es lo único que las pantallas nos permiten intercambiar. En el camino de conocerse, hay mas comunicación que la verbal y mas actos que las meras declaraciones... eso no podría, ni debería ser jamás sustituido.
Creo que La Red juega un papel importantísimo con las relaciones que empezaron desde nuestro lado de la pantalla. Pues ocurre que estas suelen morir de ausencia, ausencia que un vehículo como este puede hacernos suplir. Dicen algunos que la emigración de ahora ya no es como la de antes, el lujo de poder ver y hablar a diario con quien quieres, te permite mantener cierta cotidianeidad remota y donde antes se contaban los acontecimientos del mes por carta, ...ahora se puede hablar en tiempo real.
La cibervida para muchos es tan vida como la vida del Bar, puede ser igual de importante , pero es inherentemente malo que se convierta en un sustituto de esta , sin duda sería el peor de ellos.

"Hay otros mundos..., pero están en éste" (Paul Éluard)

martes, 27 de enero de 2009

¿ A QUIEN ELEGIMOS COMO LIDERES O REFERENTES EN NUESTRAS VIDAS ?


Esto del liderazgo es otra cuestión que pone de manifiesto lo complejos e intrincados que somos los seres humanos , de nuevo, se me ocurren dos conjuntos de comportamientos contrapuestos:
1. Por un lado, nos asusta un poco (o un mucho) el concepto de líder, pues tememos los abusos de poder de aquél en quien hemos depositado nuestra confianza para que nos dirija en algún asunto. En gran medida, la vida democrática, según la entendemos, preconiza un híper-igualitarismo esencialmente contrario a la idea de líder, de autoridad o de jefe. De ahí todos los reparos comúnmente expresados contra todo ello. Ya no queremos a un jefe ajeno a nuestra voluntad, sino, más bien, a un “consejero”, o “asesor”, o “consultor”, u “orientador”, o “experto”, etc. Es decir, a alguien que responda a nuestras dudas, pero que no nos prescriba o imponga soluciones.
2. Por otro lado, tenemos (o muchos la tienen) esa propensión a la mitomanía que, como digo, contradice ,o matiza al menos, las cautelas igualitaristas señaladas. Somos demócratas, sí, pero aceptamos gustosos (aunque no sea mi caso) vivir en una monarquía (cuyos engranajes, basados en el privilegio, chirrían al intentar acoplarse con los de la democracia, basados en el derecho). Todos los días compramos revistas que nos permitan olisquear la suntuosidad del poder, la fama y el dinero. ¿Cuántas revistas hay sobre famosos y famosillos? Las muchedumbres rinden pleitesía de ordinario a símbolos o “estrellas” del cine, del deporte en nuestro caso, la música, de la belleza (mises y modelos) o incluso la política demagógica. Nos desvivimos por el autógrafo de nuestro personaje admirado. A diario estamos reconociendo a líderes en distintas facetas de la vida, a veces mediando la reflexión, pero no siempre. Cuando compramos el libro de nuestro autor favorito y decidimos seguir sus consejos o imitar irreflexivamente su pensamiento, cuando nos pasmamos ante nuestro pintor predilecto e intentamos emularlo, cuando vemos la tele de nuestro presentador preferido, cuando compramos una chaqueta de marca, o una mochila, o unas gafas, etc.

Parece que está demostrado que casi siempre acertamos al elegir a un líder, entonces es evidente que éste lo es, en parte, por sus méritos. Dos cosas son ciertas:
1) muchas veces el líder hace méritos para serlo ...
2) las personas solemos mostrarnos deseosas de admirar a alguien y de dejarnos arrastrar por quien mejor compite. De nuevo sale a la palestra el concepto de competición. Pero es que ésta es evidente a diario. Fijémonos, sino, en el caso del fútbol. ¿Quién es el líder? Pues el equipo que mejor juega, el más poderoso. ¿Con qué equipos suelen ir los amantes del fútbol? Con los más poderosos... ¿ y en la montaña ? ¿ quien es mas lider ? ¿ el que más curriculum , experiencia y criterio tiene ?... pues parece que no , ¿ el que mas grado hace ?... , en cierto sentido sí pero tampoco ...parece que en muchos casos tiene que ver con ese afán competitivo pero no necesariamente se limita al ambito deportivo


Psicológicamente hablando, seguimos fervientemente a diversos líderes, por un fenómeno psicológico llamado “introyección”. Consiste en hacer nuestras las aptitudes psicológicas y facultades de la persona admirada. En interiorizar la conducta del otro, este fenómeno es posible gracias a las llamadas “neuronas espejo”.
Tales neuronas son la base de la imitación y la cultura y por tanto, de la evolución prodigiosa de la inteligencia humana. Es fácil de entender pues si yo estoy biológicamente preparado para atender e imitar gustosamente a quien admiro, entonces estoy intentando aprender lo que él sabe. Una vez que reproduzco su conducta, sus habilidades, ya estamos ante ese fenómeno que nos hace tan especiales dentro del reino animal: la transmisión cultural.
Por otra parte , la imposibilidad de admirar es la imposibilidad de ser inteligente, tanto si nos referimos a individuos como si nos referimos a sociedades. ¿Pues qué es admirar sino prestar una atención superlativa a la conducta del otro? La persona creativa necesita, para serlo, estar intensamente interesada por determinados aspectos de la vida, quedar emocionalmente atrapada por los prodigios que ofrecen el mundo y los demás. No hay inteligencia sin atención inicial. La apatía es la muerte de la inteligencia.
Con demasiada facilidad vemos todos los días que la conducta social sana, inteligente y productiva se nos degenera en gregaria y fanática. Son contraindicaciones de nuestra naturaleza social que siempre deberíamos tener presentes. Como en casi todo en la vida, podemos pecar por defecto o por exceso. Admirar en exceso conduce directamente a la adhesión incondicional por el otro, en la que nunca deberíamos caer. La renuncia a no admirar es tanto como cerrar la mente a las maravillas que nos ofrecen nuestros semejantes y el mundo.
Es decir, estamos singularmente preparados por nuestro cerebro para sentir admiración (aunque también envidia) por aquellos individuos que sobresalen en algun aspecto intelectual o vital. Lo cual nos lleva a imitarlos. Solo hay que reparar en la fruición natural con que los niños admiran e imitan a sus diferentes ídolos (aparte de a sus padres en primera instancia: deportivos, musicales, cinematográficos…) para darnos cuenta de su relevancia en el desarrollo normal de su inteligencia.

¿Cuál es nuestro caso? ...Me temo que hemos confundido todo lo relativo al líder con todo lo relativo a la autoridad despótica. Recelamos de todo lo que suene a autoridad, temerosos de que nos metan gato por liebre, temerosos de que se instale entre nosotros un sistema clasista y excluyente. Es lógico que miremos con tiento a aquél que se puede erigir como nuestro líder, porque nos va mucho en ello, pero no hay justificación para que denostemos de antemano y sistemáticamente todo lo que huela a autoridad, entendida como prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia . Cuando renegamos de todo vestigio de autoridad (de liderazgo), estamos negándonos a reconocer las virtudes de aquellas personas que sobresalen en alguna materia. Y nos privamos a nosotros mismos del inmenso placer de admirar a los demás, de estar agradecidos a la existencia de talentos y habilidades ajenos.
Nos debemos prevenir de los efectos nocivos de nuestra sociabilidad, de los autoritarismos despóticos y de la conducta borreguil, pero no de la admiración a la autoridad legítima y meritoria. Cuando nos negamos a admirar, ejercemos de ingratos y mezquinos, incapaces de reconocer con generosidad lo que el otro nos ofrece (aunque por otro lado no podamos evitar la mitomanía poco racional). Y esto nos aboca también al encumbramiento de la mediocridad y la chabacanería.
Líder es aquél a quien seguimos por voluntad propia, por consideración de su valía, no aquél que nos impone sus ideas por la fuerza.¿ por qué actualmente estamos rodeados de tantos conflictos interpersonales? ...otro fenómeno comunísimo hoy día, derivado, sin duda, de nuestra moderna (o posmoderna) renuencia a admitir la existencia de autoridades y líderes legítimos. Agradecemos, por supuesto, que nuestras democracias hayan eliminado los atropellos de las autoridades despóticas y los graves conflictos de clase. Pero algunos deploramos la proliferación innecesaria de una cantidad ingente de conflictos interpersonales de diferente consideración. Un igualitarismo excesivo es la antesala del conflicto. ¿Por qué? Porque al no admitir a nadie por encima de uno, al no admitir a casi ninguna autoridad a la que hacer caso, nos encontramos con que nadie quiere ceder en nada ante el otro. Cuando estamos dispuestos a admirar y a aprender de quien claramente sabe más que nosotros, entonces estamos evitando una confrontación innecesaria porque acatamos el magisterio del que más sabe sobre algo. Nos hemos librado de la amenaza de los grandes conflictos , pero a costa de convertirnos todos (o casi todos) en pequeños gallos de pelea que rara vez están dispuestos a ceder ante el otro, aunque claramente nos aventaje en saber o sabiduría.
Seguramente quienes visitamos este blog y otros parecidos, seamos lo suficientemente humildes para dejarnos asombrar por los que más saben (filósofos, científicos, grandes personalidades , gente con autoridad moral necesaria …) y guiarnos reflexivamente por sus palabras. ¿Pero es ésta la actitud general de la población? Quizá la cuestión no sea sólo la de quién elige al líder, sino la de a “qué” líderes elegimos, a qué tipo de personajes nos gusta seguir. . La calidad con mayúsculas está escondida, pugnando siempre por salir a la luz. Parece que las mayorías prefieren otro tipo de líderes: machaconamente los que pare el fútbol, la televisión basura de famosillos del tres al cuarto, de ídolos musicales de dudosa calidad , etc. ¿A qué rendimos pleitesía masivamente: a la profundidad o a la banalidad?

Dime a quién admiras y te diré quien eres.
Saludos.

miércoles, 21 de enero de 2009

SOBRE LAS TENTACIONES DEL CONSUMISMO Y LA PUBLICIDAD...


Se me ocurren dos consideraciones en función del grado de resistencia a estas tentaciones , se puede adoptar una posición más o menos profunda o más o menos banal (y todos podemos ser algo de lo uno y lo otro en diferentes grados) ,dependerá en gran medida de la herencia genética. Esto no quiere decir que el "mercado" no tenga su papel en la configuración de lo que somos y lo que hacemos. El mercado “sobreexcita” cada uno de nuestros deseos para convertirnos en permanentes criaturas “deseantes”. Precisamente, la profundidad de una persona es más perceptible y notoria cuando está rodeada de banalidad y lucha contra ella.



Aquél que es profundo lo es “a pesar” de la superficialidad reinante. De igual modo que la fortaleza de espíritu se demuestra en los momentos de crisis y problemas, no cuando todo va viento en popa. No tiene mucho sentido pensar que en otros tiempos las gentes eran más profundas o menos frívolas si resulta que en aquellos otros tiempos no había tantas tentaciones al alcance de la mano y tantas posibilidades de entregarse a la superficialidad.

A menudo podemos encontrar en nuestro deporte una ya arraigada obsesión por lucir las últimas tendencias un tanto alejadas en la mayoría de las ocasiones del uso real que se va a hacer de ellas , por supuesto no digo que esto no sea lícito pero podría redundar en una superficialidad absoluta si tenemos en cuenta todo lo que la montaña puede ofrecernos.


El mercado y la publicad pueden sacar de nosotros la parte más frívola sin duda , pues los humanos estamos muy lejos de podernos sustraer a las tentaciones de los sentidos. Sin embargo, la persona profunda suele encontrar un hueco para cultivarse, para resistirse al influjo de las ingentes tentaciones que nos rodean. Y lo hará por una necesidad vital, movido por una curiosidad insomne y una inquietud muy lejana de los objetivos mercantiles.
Sin duda todos estamos expuestos a las tentaciones del escaparate, pero algunos saben resistirse a ellas o, al menos, encontrar fuerzas y tiempo para cultivar lo mejor de sí y extraer lo mejor de la montaña en todas sus facetas...

domingo, 18 de enero de 2009

LA MIRA CON ESQUÍS


Desde Hoyos del Espino siguiendo la carretera que conduce hasta la Plataforma de Gredos,encontramos en el Km 6 un pequeño collado donde dejaremos el coche para comenzar esta clásica ascensión , se le conoce como Alto del Durano 1551 m.
Cogemos una pista a la izda. que nos conduce hacia la garganta de la Covacha al S.E en dirección al Puerto del Peón , después de una pequeña presa continuamos por el camino del puerto , pasando por el hoyo del cura , hasta llegar al puerto.


Desde el Puerto del Peón 2030m , las vistas de la otra vertiente son espectaculares , todo el espaldar de los Galayos y al fondo del valle Mingo Fernando , se puede ascender a la izda. al Peñón del Mediodía 2224m y luego retomar al collado o directamente continuar cresteando en dirección a la Mira , O-S.O. por la Tarayuela 2129m hasta el llano de los Pelaos , antesala de la Mira 2343m .

Desde la cumbre las vistas al Galayar y circo de Gredos son increíbles , se podría continuar por las Campanarios hacia el Puerto de Candelera y después descender a la plataforma o bien volver por donde hemos subido .
Prestar atención a las placas de Hielo tanto en la subida como en el descenso , en caso de niebla puede ser fácil desorientarse en la parte del llano de los Pelaos...
Bonita ascensión para tablas en el corazón de la montaña abulense

miércoles, 14 de enero de 2009

UN EQUILIBRIO NECESARIO

En cuantas ocasiones a lo largo de nuestra vida deportiva , nuestras emociones nos juegan una mala pasada , haciéndonos perder concentración, incluso llegando a separarnos o alejarnos de la practica deportiva . Generalmente estas son externas a las que experimentamos en la montaña , digamos que arrastramos irremediablemente un lastre de nuestra vida personal , social o laboral interfiriendo en ese necesario equilibrio mental . También un exceso de argumentario razonado y una visión en exceso procesada nos hará perder la parte mas emotiva de nuestras experiencias

Ciertamente, los sentimientos tienen más fuerza de la que podemos imaginar y determinan la mayor parte de nuestra conducta. Elegimos a la pareja de la que nos enamoramos, aunque no nos convenga. Nos empecinamos en nuestras opiniones y apuestas incluso cuando sabemos que no se justifican. Criticamos el juego, el proyecto o la idea del rival, aunque sean estupendos. Votamos a quien nos cae bien, aunque no sea el mejor candidato...


Podemos llegar a sufrir, a odiar o a amar con una intensidad inimaginable. Las emociones influyen en nuestras reacciones espontáneas, en nuestro modo de pensar, en nuestros recuerdos, en las decisiones que tomamos, en cómo planificamos el futuro, en nuestra comunicación con los demás y en nuestro modo de comportarnos. Son críticas para establecer el sistema de valores, las convicciones y los prejuicios que guían nuestra conducta y determinan también nuestro comportamiento ético. Resulta, en fin, imposible separar el bienestar del estado emocional de las personas.

Pero entonces, ¿para qué sirve la razón? Con frecuencia la enfrentamos con los sentimientos y aunque a veces admitimos que no hay nada tan poderoso como estos últimos, solemos enfatizar el valor de la primera. Conferimos superioridad a la razón porque creemos que imponerla sobre los sentimientos es un síntoma de sentido común, de madurez y de equilibrio personal. La utilizamos para combatir los sentimientos cuando son indeseables pero no siempre nos percatamos de que esa misma indeseabilidad tiene también mucho de sentimiento, aunque la justifiquemos con argumentos racionales. Es decir, muchas veces mentimos y nos engañamos a nosotros mismos al justificar racionalmente lo que en realidad estamos haciendo por razones emocionales.
¿Significa todo ello que la razón, aunque lo pretenda, no sirve para combatir las emociones indeseables? Ciertamente eso es lo que ocurre con harta frecuencia en la vida, pero no siempre. Un buen planteamiento racional puede acabar con un determinado sentimiento aunque es improbable que lo logre si no consigue crear otro sentimiento incompatible con el que se quiere eliminar. Esa es la clave, quitamos una emoción poniendo otra más fuerte en su lugar y es por eso que solemos hablar más de “cambiar” nuestros sentimientos que de anularlos o abolirlos, como si fuera imposible, que lo es, “vaciar” nuestra mente de emociones. No imponemos pues la razón a los sentimientos sino que utilizamos aquella para cambiar nuestras emociones y la conducta que de ellas se deriva.


Por ello, el mal llamado “equilibrio emocional” no consiste tanto en victorias o imposiciones racionales, ni en la represión o el control de las propias emociones, como en el encaje o acoplamiento entre nuestras emociones y nuestro razonamiento, o sea, en un equilibrio entre diferentes procesos mentales. Cuando ese equilibrio no existe porque dominan los sentimientos, el pensamiento racional puede convertirse en una voz de la conciencia que no nos deja vivir.

De esta forma solo la honestidad hacia nosotros mismos mantendrá ese deseado equilibrio psicológico que tanto necesitamos en nuestro deporte y buscaremos ansiadamente experiencias y emociones cada vez mas intensas precisamente como mecanismo de compensación a otras derivadas de nuestro entorno social y laboral en ocasiones indeseables , pero que de otra manera a buen seguro pondria en peligro nuestro ansiado equilibrio emocional.

Por el contrario, cuando domina la razón, los sentimientos pueden hacer lo propio, castigándonos del mismo o peor modo. Es el caso de quien elige una carrera profesional o la pareja sexual que lógica o supuestamente le conviene en lugar de la que verdaderamente le motiva. Ocurre que en tales circunstancias no nos sentimos bien hasta que, dándole vueltas al asunto que nos ocupa, logramos convencernos a nosotros mismos de que nuestro sentimiento es aceptable porque tiene una base racional.

En ambos casos, el resultado viene a ser que el estado emocional negativo, a veces insoportable, producto del desequilibrio, pierde fuerza. Pero para que el equilibrio logrado se traduzca en bienestar es necesario además que los sentimientos finalmente alcanzados sean positivos, pues los negativos, como la frustración, la envidia o el odio, aunque sean justificados, pueden ser inevitables, pero rara vez reconfortantes para quien los experimenta.


No nos engañemos acerca del “razonable” imperio de la razón. El bienestar psíquico tiene mucho que ver con el logro del necesario acoplamiento entre la lógica y los sentimientos, entre la emoción y la razón. Para conseguirlo utilizamos principalmente la razón porque tenemos sobre ella un control mucho más directo que sobre nuestras emociones. Por así decirlo, la capacidad de razonar está en buena medida a nuestro alcance, es nuestra, mientras que la emoción se nos impone sin que podamos evitarla o controlarla con facilidad.

La razón, como decimos, sirve sobre todo para generar nuevas emociones que puedan suplantar los sentimientos que ya tenemos o también, ciertamente, para potenciarlos al evocar viejas memorias relacionadas o suscitar argumentos añadidos en una espiral creciente de autoafirmación emocional. Emoción y razón son procesos mucho más inseparables de lo que solemos creer. No podemos convertirnos en seres que anulan o aparcan sus sentimientos. Sólo la inmadurez cerebral o la enfermedad pueden originar seres o comportamientos puramente emotivos o puramente racionales y sólo el equilibrio emoción-razón garantiza el bienestar de las personas.
Los individuos que nacen con una alta reactividad emocional tienen capacidad para vivir la vida intensamente y experimentar con frecuencia y fuerza todo tipo de emociones, tanto positivas como negativas. Pueden gozar más -aunque también sufrir más- que aquellas otras personas que heredan menos recursos emocionales. Pero la genética no es necesariamente un destino determinado para nadie porque el cerebro y la mente son plásticos, flexibles y cambiantes. La conducta resulta siempre de una interacción entre lo que heredan las personas y el ambiente en el que viven y conviven. Ello significa que podemos aprender a controlar y utilizar los sentimientos para conseguir bienestar y logros de todo tipo. Ese aprendizaje puede y debe comenzar en la infancia y ser producto de una adecuada educación emocional.


Los impulsos emocionales de cada individuo pueden ser difícilmente evitables, pero está demostrado que pueden modificarse y reconducirse, aprovechando su fuerza en el sentido conveniente para generar bienestar individual y social. Aunque las personas normales no pueden vaciar su mente de sentimientos, pueden esforzarse para que esos sentimientos sean mayoritariamente positivos y útiles. Lo mejor del comportamiento humano no se halla necesariamente bajo control del genoma. Podemos aprender a establecer alianzas entre nuestros sentimientos y nuestra razón. En la práctica ese aprendizaje puede resultar lento y costoso, pero vale la pena intentarlo, porque vivimos en un mundo hostil, donde nada hay como las emociones positivas para disminuir el conflicto y aumentar la cooperación entre las personas. . Aprendamos pues a utilizar la razón para cambiar los sentimientos negativos, para convertir el odio en compasión, la frustración y la aflicción en empeño por superarnos, la envidia en respeto y admiración, y la soberbia en humildad.

“Saber vivir es convertir en placeres lo que debían ser pesares”
Baltasar Gracián



*fuentes consultadas:

EMOCIONES E INTELIGENCIA SOCIAL de Morgado Bernal , Ignacio
PORQUE SOMOS COMO SOMOS de Punset , Eduard

jueves, 8 de enero de 2009

TUCA DE LA CASTANESA 2870 m ( UN MIRADOR EN VIAS DE EXTINCION )

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Clásica ascensión en el entorno de la estación de Cerler , un buen mirador a los trés grandes macizos del valle Aneto-Maladetas , Poset y Perdiguero , en dias claros al fondo apreciamos también Monte Perdido o Cotiella y el Turbón en las cercanías
Desde el aparcamiento del Ampriu , ascendemos en dirección a Pasolobino 2760m ,
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Una sucesión de rampas en paralelo a las pistas y collado de Basibé nos depositan en un pequeño circo bajo la loma rocosa del Pasolobino , la pendiente se acentúa y nos obliga a tirar de cuchillas pues no llevamos crampones , grave error pues está para ello , mi compi no lo ve claro y decide dar la vuelta , yo ya metido en el fregao sigo... tras un tramo peligroso ya en la loma se rodea el pasolobino a media ladera para ir cresteando ya por pendientes suaves hasta la Tuca de Castanesa 2870 m .
Después de darle vueltas a como descender para reunirme con mi compañero , decido tirarme por la magnifica pala en dirección a Ardonés , me encuentro con dos chicas que me ponen en situación y me informan a que altura sales de la carretera , como a 1 Km o así , y además se ofrecen a acercarme ...coño que mas se puede pedir no?. Pues no lo dudo , luego de echar el cigarrito de rigor y unas foticos me bajo con ellas en dirección al collado y luego recto al fondo del valle...
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La pala es de gran belleza , no me extraña que esté en proyecto una ampliación de la estación de Cerler aquí , realmente sería una pena la verdad .... la nieve esta muy buena , todavía aguanta el polvo que cayó dos dias antes y disfrutamos como micos jeje..
LLegados al bosque se sigue a media ladera y después a un collado , por unos tubos entre árboles hasta la pista por la que te dejas caer hasta la carretera ...
Bonita ascensión para tablas con un descenso muy bueno la verdad
+++ info sobre la ampliacion de Ardones / Castanesa para el que tenga curiosidad...
http://www.climaynievepirineos.com/b/b18/183.htm